Misionera

El fin de los términos

por Omar Docaribe

Para mí, según un bot de Nietzsche, la dificultad de imaginar el fin del capitalismo puede atribuirse al uso de los (?)términos. Inicialmente porque lo que se invita a imaginar no es precisamente una imagen. Luego, decir "el capitalismo" no hace otra cosa que reivindicarlo. El (?)capitalismo se sostiene en esa manera que tenemos de referirnos, en general. Lo sostenemos con palabras y sus (?)principales custodios son (¡No lo van a creer!) los (?)críticos teóricos, instrumentando con la propia nafta del (?)capitalismo que arde sus fuegos en cada rincón. Cualquiera que se asuma aceleracionista no hace más que tener los pies bien metidos en el cemento fraguado del (?)capitalismo. Está en su manera de pronunciarse. La misma mente que postula la frase no puede imaginar lo que dice. Hegel lo definió y se pasó de largo como un 2001, como una eternidad y un día, paredón y después. ¿Qué hay después? No hay después. Terminemos con el término. El arte no existe, el dadaísmo menos, decir la razón es más tautológico que absolutamente nada. Sorprende que no implote el dispositivo (concreto) que soporta el texto. Imposible pensarlo siendo presas de la estructura. No logramos comunicarnos verbalmente por fuera de (?)esos términos pero el problema sigue siendo que vivimos en ellos. Hoy, las (?)palabras, que estaban igual de unidas y separadas a las (?)cosas en el mismo film plastificado como un molde idéntico e impermeable, hacen un sánguche de aire. Y así las (?)cosas cada vez más lejos. Recientemente emergió una (?)tendencia en los (?)programas de la tarde, a escudriñar el sentido de las palabras dichas, fuertemente anudado al tono y gestualidad que las completan, todo ofrecido a la interpretación, sea en personajes entrevistados o dentro del (?)formato de discusión entre panelistas. Y (?)todo esto ocurre en mi computadora. Vivimos la ilusión (?)ilusionista como una moneda de dos caras (videncia realista x evidencia idealista) menos una = ((?)realismo idealista). La (?)razón instrumental configura el (?)pensamiento general. Ya hemos puesto en práctica esta forma. Es + que el (?)estilo = el (?)principio del fin. La única síntesis recae sobre el cuerpo de (?)los que quedan atrapados en medio de esa (?)presión dialéctica, x 2. Con libertad, igualdad, progreso hay para elegir. Ya no acepto el narcotráfico ni la inseguridad ni la pobreza y mucho menos los índices, ni la riqueza ni el poder, ninguna categoría de violencia, no acepto los medios. Vos no sos el lector. Me cago en él porque tampoco existe. Ya estará mil mejor dicho. Mientras tanto me topé con:
 

Yo decía: «El estilo es la cosa», y yo entendía como cosa lo que más tarde fue llamado el argumento o el contenido. Si el estilo es la expresión, esta toma su sustancia y su carácter de la cosa que se quiere expresar: esa es su razón de ser [...] pero la cosa no debe considerarse de una manera aislada. La cosa vive en el espacio y en el tiempo, que forman su atmósfera, adoptando el modo y color de éste o aquel siglo, de ésta o aquella sociedad. Estos elementos tenían una gran importancia en la determinación del estilo. Expresar la cosa es su verdad: esto era el estilo. (F. De Sanctis, La giovinezza : 105, 1857)
 

y no puedo más que imaginar a Argumento y Estilo sosteniendo contiendas épicas por cielos iridiscentes con armas increíbles, conceptuales, ingeniosas, visuales, representado todo en trazos de animé.