pienso en el culo perfecto.

después pienso de nuevo y llego a la conclusión de que Dios es imperfecto.

¿por qué queremos tantas cosas? 

si los libros y memes de autoayuda dicen que hay que alegrarse con lo que se tiene.

entonces sigo queriendo, deseando cosas.

todo tipo de cosas.

materiales, espirituales.

intermedias.

comida.

me rindo ante la comida.

si como como un chancho no me importa más nada.

el mundo se puede desmoronar.

nadie tiene por qué juzgarme.

no me muestren la foto conmovedora de un perro

abandonado porque no me importa.

no se hagan los buenos.

no se hagan los santos.

no sean idiotas.

o sí.

qué sé yo.

tengo que lavar medias y calzoncillos y no tengo ganas.

quiero que alguien lo haga por mí.

voy a dejar todo sucio.

voy a pintar con caca.

voy a pensar cosas divertidas y reírme de mí mismo.

y después llorar por dentro y reír por dentro.

voy a quejarme.

voy a juntar moneditas que ya no se usan.

voy a callarme.

pero por dentro hablo hablo hablo como un robotito.

gusto de mí.

aunque tendría que tener otro corte de pelo.

tengo 42 pero la semana pasada me dijeron que parecía de treintipico.

me gustó que me digan eso pero después pensé si me mentían porque todo el mundo miente.

no sé, eso tampoco importa.

me salgo, me salgo.

me desconecto porque hacer este tipo de comentarios no suma a mi carrera profesional.

la carrera profesional en realidad no existe.

yo tengo un cohete a la Luna y otro al centro de la Tierra.

un pasaje abierto al Cielo y al Infierno.

pierdo el tiempo porque no se me ocurre algo mejor para hacer.

me entretengo con los videos de Kylie Jenner en YouTube.

ella es una diosa.

tiene todo pintado de rosa.

es empresaria y millonaria.

es influencer y mediática.

pero antes decían que era grasa.

siempre pasa eso.

un día estás arriba, otro abajo, otro abajo, otro arriba.

y así así así.

quiero fumar tabaco y tomar alcohol.

quiero que eso sea sano y coherente y que los médicos lo recomienden.

me salgo. me salgo.

voy a pasear a los perros.

chau.